Reseña: Almogávar sin querer

Título: Almogávar sin querer

Autores: Fernando Lalana, Luis A. Puente

Editorial: Magisterio Casals

Precio: Aproximadamente 7 €

Páginas: 171

Idioma original: Español

ISBN: 84-218-2014-1

Fernando Lalana es escritor profesional desde hace 15 años. Ha publicado más de treinta libros de cuentos y relatos, doce novelas y varias obras de teatro. Entre otros premios, obtuvo en 1991 el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.

Luis Antonio Puente es profesor de plástica, lengua y literatura. Esta es su segunda novela en colaboración con Fernando Lalana tras Hubo una vez otra guerra, que fue galardonada con los premios Gran Angular y White Ravens.

A principios del siglo XIV enamorarse de la persona no indicada puede traer terribles consecuencias. El joven Garcés tendrá ocasión de comprobarlo cuando, por causa de un amor prohibido, se vea obligado a cruzar el Mediterráneo para protagonizar una de las páginas más asombrosas de la historia: la gesta de los almogávares en Bizancio.

Me regalaron este libro y creo que no lo habría leído si hubiera sido así. Es una novela histórica y aunque me gusta mucho la Historia, ya he leído bastantes lecturas obligatorias en mi instituto de este tipo y nunca me han llamado mucho la atención.

Me ha molestado un poco que en mitad del libro se cambie de narrador,sobre todo porque me gustaba más el punto de vista en la primera parte. De todos modos me han asombrado mucho los constantes giros argumentales de esos que te enganchan y quieres saber qué va a pasar después.

En resumen, de todas las historias de este género que he leído, esta se coloca entre mis favoritas por la rapidez de la lectura, aunque la trama no era "nada del otro mundo", por así decirlo.

• Las estrellas semejaban un puñado de arroz arrojado con descuido sobre el cristal oscuro que encierra el mundo.

• El cuco emitía su canto acompasado, como el latido de un corazón lentísimo.

• ¿Qué maldito mundo es este en que nadie sabe leer una carta de amor?

• Nadie sabe de lo que es capaz hasta que no se ve en la necesidad de demostrarlo.

• Es el olor de la guerra. Huele a muerte.

• Mañana, la libertad.